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Diócesis Católica de Little Rock
Publicado: May 5, 2022
“Queridísimas mamás, gracias, gracias por lo que sois en la familia y por lo que dais a la Iglesia y al mundo”. – Papa Francisco, audiencia general, 2015
El Día de las Madres se ha celebrado como un día festivo nacional en los Estados Unidos en el segundo domingo de mayo desde 1914. Pero los católicos han estado celebrando algo parecido al día de las madres desde los primeros siglos de la Iglesia. El cuarto domingo de Cuaresma, o domingo de Laetare, tradicionalmente era un tiempo para regresar a su madre iglesia (iglesia natal) y dejar una ofrenda. Por este motivo, también se le llamaba Domingo de Cuidados Maternales.
“A estos ‘cuidados maternales’ se le asociaron otras cosas; se convirtieron en el día festivo de las madres de familias. Todos los hijos que estaban lejos de casa regresaban en ese día para visitar a sus madres, llevando consigo ‘un regalo de dinero, un recuerdo, o algo delicioso para comer, y ninguno quería fallar en esta costumbre’. La ‘comida deliciosa’ frecuentemente era un pastel especial”, según Catholic Culture (en inglés). Es fácil ver cómo esta antigua tradición pudo influenciar las tradiciones del Día de las Madres en los Estados Unidos.
Y la devoción a María, la madre de Dios y nuestra madre espiritual, en el mes de mayo añade un significado espiritual profundo a este día festivo. “La maternidad siempre ha sido una vocación sagrada y noble, pero María la elevó aún más cuando se convirtió en la Madre de Dios. Como la madre que es ‘bendita entre todas las mujeres’ (Lucas 1,42), María nos da la imagen más clara e inspiradora de cómo debe ser una madre ideal, y sería sabio que cada madre cristiana siguiera el ejemplo de aquella que sobresalió en la maternidad como ninguna otra”, explicó el Padre Michael Van Sloun de la Arquidiócesis de San Pablo y Mineápolis.
El Papa Francisco señaló que las similitudes entre María y las demás madres incluyen amor y devoción a sus hijos, por supuesto, pero también incluye gran sacrificio y sufrimiento. "Son ellas, las madres, quienes más odian la guerra, que mata a sus hijos. Muchas veces he pensado en esas madres al recibir la carta: ‘Le comunico que su hijo ha caído en defensa de la patria...’. ¡Pobres mujeres! ¡Cómo sufre una madre! Son ellas quienes testimonian la belleza de la vida”.
“Una sociedad sin madres sería una sociedad inhumana, porque las madres saben testimoniar siempre, incluso en los peores momentos, la ternura, la entrega, la fuerza moral”, añadió el papa. Y también son cruciales para la evangelización. “Sin las madres, no sólo no habría nuevos fieles, sino que la fe perdería buena parte de su calor sencillo y profundo”.
Cada año muchas parroquias les piden a las mujeres ponerse de pie para recibir una bendición el Día de las Madres, lo que es un “reconocimiento público poco frecuente del trabajo incansable de las madres, al igual que de su disposición de entregarse completamente por amor a sus familias”, señaló Our Sunday Visitor en el editorial de este año sobre el día festivo. Pero el autor también señaló que muchas mujeres pueden sentirse lastimadas por este evento.
“Así como muchas madres orgullosamente se ponen de pie para recibir la bendición, otras permanecen quietas y sentadas — en conflicto sobre si merecen estar hombro a hombro con las demás mamás, o no están dispuestas a revelar públicamente la pérdida que han sufrido, o preguntándose si merecen ser llamadas madres”. Muchas en las bancas han perdido a un hijo a causa de un aborto espontáneo, nacimiento de un bebé muerto, o que murió después de nacer. Otras han colocado a su bebé en adopción. “La maternidad de estas mujeres, sin embargo, es innegable. Si la vida realmente comienza en el momento de la concepción, lo que la Iglesia ha enseñado constantemente, entonces, también, la maternidad”.
El Día de las Madres también puede ser muy doloroso para las mujeres que no pueden concebir. “Muchos católicos cargan con el peso de las cruces de la infertilidad y de la pérdida de un embarazo en silencio. Esto puede ser particularmente doloroso en el momento de la bendición del Día de las Madres, cuando estas mujeres a menudo se sienten aisladas y olvidadas”, explica Springs in the Desert (Manantiales en el Desierto), un ministerio católico de infertilidad. Está ofreciendo un retiro virtual del Día de las Madres para las mujeres que están enfrentando infertilidad. Inscríbase en línea (en inglés).
Así que, en cada alegría y sufrimiento, las madres pueden seguir el ejemplo de la Virgen María, quien está para ayudarnos siempre. En la Biblia podemos encontrar muchas otras madres llenas de fe también. “Estas mujeres enfrentaron algunos de los mismos desafíos y sintieron muchas de las mismas emociones que sienten las madres de hoy”, según Teaching Catholic Kids (en inglés).