Sitio oficial de la Red de la
Diócesis Católica de Little Rock
Lugar: Catedral de San Andrés
Ciudad: Little Rock
“Considere rezar en particular por el pueblo de Ucrania en el contexto de la Vía Crucis este viernes, por el fin del conflicto, por la paz y la justicia, por todos los que han muerto y por todos los que están en peligro”. — Obispo Anthony B. Taylor
El Obispo Anthony B. Taylor guiará el Vía Crucis el viernes, 4 de marzo a las 6 p.m. en la Catedral de San Andrés en Little Rock con enfoque especial en orar por Ucrania. Todos son bienvenidos. Si no puede orar con él en persona, puede rezar el vía crucis en línea orando por la paz en Ucrania.
Él extendió la invitación en su página de Facebook el lunes, 28 de febrero.
“A todo el pueblo de la Diócesis de Little Rock: En la mayoría de nuestras parroquias estaremos rezando la Vía Crucis este viernes. Le recomiendo que considere rezar en particular por el pueblo de Ucrania en el contexto de la Vía Crucis este viernes, por el fin del conflicto, por la paz y la justicia, por todos los que han muerto y por todos los que están en peligro.
“Orar también por todas las personas sencillas atrapadas en esta tragedia indescriptible, incluidos los soldados rusos que en algunos casos también son víctimas, peones en los juegos de poder de los líderes autocráticos. La guerra hiere a todos, sin excepción, por lo que todos necesitan nuestras oraciones.
“Estaré presidiendo la Vía Crucis en la Catedral a las 6 pm este viernes y la guerra en Ucrania será el enfoque principal de nuestra oración allí. Si su parroquia no reza la Vía Crucis o no tiene planes para el viernes, ciertamente están invitados a rezar con nosotros en la Catedral.
“Además, el miércoles, Miércoles de Ceniza, realizaremos nuestra colecta anual para la Iglesia en Europa Central y Oriental con un enfoque especial en Ucrania este año”.
Adaptada de una oración recibida cortesía de la Eparquía Católica Ucraniana de Toronto y Canadá Oriental. “Preparada por el pecador Reader Ilya, fiesta del Hiero mártir Clemente de Ancira, Brampton, 2022”.
Oh Señor, Dios poderoso, y Dios de nuestra
salvación, Oh Dios, que solo tú obras maravillas.
Mira con misericordia y compasión
a tus humildes siervos, y por amor
al hombre ten misericordia
de nosotros y de la tierra de Ucrania.
Porque, he aquí, los enemigos una vez más
se han reunido para causar división y enemistad.
Pero tú que todo lo sabes, entiendes que ellos
se han levantado injustamente, y que será
imposible oponerse a sus multitudes a menos
de que tú nos muestres tu ayuda.
Por eso, nosotros que somos pecadores
e indignos te rogamos arrepentidos y con
lágrimas: Ayúdanos, Oh Dios, nuestro Salvador,
y libera la tierra de Ucrania por el bien de la gloria
de tu nombre, que el enemigo no diga: “Su Dios
los ha abandonado, y no hay nadie que los
libere y los salve”.
Pero, permite que cada nación entienda que tú
eres nuestro Dios, y nosotros tu pueblo
siempre estamos protegidos bajo tu dominio.
Revela tu misericordia, oh Señor, y deja que
las palabras que dirigió Moisés al pueblo de Israel
(Éxodo 14,13-14) se apliquen a nosotros:
“¡No se asusten, permanezcan firmes!
Vean la obra del Señor y cómo él los salva hoy”.
Obra para nosotros una señal para bien,
que aquellos que están llenos de odio
puedan ver nuestra fe y sientan humildad
y se sientan conmovidos.
Sí, oh Señor Dios, nuestro Salvador, nuestra
fortaleza y esperanza y auxilio, no recuerdes
las transgresiones e injusticias de tu pueblo
fiel, y no te alejes de nosotros en tu enojo.
Sino más bien recurre a tu misericordia y compasión
sobre tus humildes siervos, aquellos que luchan para
defender a Ucrania y su pueblo que tanto sufre,
aunque superados en números, y escúchanos
a nosotros que nos rendimos ante tu profunda compasión.
Con tu misericordia ilumina y conmueve los corazones
de las autoridades civiles, y fortalécelos por tu poder.
Socórrelos y elimina la maldad en contra de ellos
por el enemigo. Juzga a quienes provocan e
inician la guerra, y convierte su fortaleza
impía en temor y huida. Y a aquellos que
tú has considerado que han entregado
su vida por la fe y la patria, perdona
sus ofensas, y en el día del juicio concédeles
coronas incorruptibles.
Porque tú eres la salud y la victoria y la salvación
de ellos que ponen su esperanza en ti, y a ti
glorificamos. al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
Santo, ahora y siempre, por los siglos de los siglos.
Amén.