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Diócesis Católica de Little Rock
Lo siguiente ofrece respuestas a preguntas frecuentes sobre la formación sacerdotal como seminarista de la Diócesis de Little Rock. Para más información, envíe un correo electrónico a Padre Jeff Hebert, director diocesano de vocaciones, o llame a la Oficina de Vocaciones y Seminaristas al (501) 664-0340. | In English
R. El llamado al sacerdocio viene de Cristo y de su Iglesia. Siempre se discierne por medio de la relación entre Cristo y la Iglesia, a través de la oración y del servicio. Algunas de las cosas que puedes hacer para discernir tu llamado son: asistir a Misa con frecuencia, pasar una hora o más por semana frente al Santísimo y participar más en los ministerios que existen en tu parroquia. Si estás en la preparatoria, esto se puede hacer por medio del ministerio de pastoral juvenil en tu parroquia. Para aquellos que ya no están en la preparatoria, hablen con su párroco para involucrarse más en los ministerios de la parroquia. Finalmente, para entender cómo el Señor nos habla a nosotros, es bueno buscar la ayuda de un director espiritual, pero primero habla con tu párroco, él te puede guiar, ofrecer su apoyo y ayuda en tu discernimiento.
R. De hecho, ¡no! El seminario es un lugar para discernir el llamado de la vocación. Si tú sientes que Dios te está llamando para ser sacerdote, entonces el seminario es el mejor lugar para fomentar tu discernimiento. El seminario está diseñado para proveer un ambiente óptimo, donde se pueda escuchar la voz de Dios. El programa de formación dentro del seminario, te reta a considerar el llamado del Señor en todos los aspectos de tu vida: intelectual, psicológico, físico, emocional y espiritual. El personal del seminario al igual que el director diocesano de vocaciones, trabajan junto contigo para acompañarte en tu discernimiento, ellos están especialmente preparados para trabajar con jóvenes que están considerando un llamado al sacerdocio.
R. Los seminaristas aprovechan cualquier beca o ayuda estudiantil disponible pero no pagan ningún costo por la educación en el seminario personalmente. No se espera que los seminaristas se endeuden con préstamos para cubrir el costo ni se espera que ellos reembolsen dicho costo a la diócesis en caso de que dejen el seminario antes de su ordenación. No queremos que el asunto económico sea un factor en el discernimiento del llamado de Dios en la vida de un seminarista. La Diócesis de Little Rock paga el costo restante de la educación de un seminarista que no cubran las becas o la ayuda estudiantil. La diócesis cubre este gasto mediante el fondo de beneficencia para seminaristas, donaciones de caridad y otras colectas para recabar fondos, y actividades en el transcurso del año, tales como nuestra Colecta de Jueves Santo y nuestras cenas “Un Gusto de Fe”.
R. La diócesis provee seguro médico y dental a todos los seminaristas que no tienen cobertura en las pólizas de sus padres. Se cubre también la transportación hacia y desde el seminario. También se les da a los seminaristas un estipendio mensual para sus gastos personales.
R. Por supuesto que puedes tener tu carro en el seminario, pero cada seminarista se hará responsable de cubrir los gastos mensuales de pago, seguro, mantenimiento, cambio de aceite y gasolina.
R. El discernimiento es un proceso de oración, consulta, toma de decisiones y acción, ya que el Señor vive en el centro de nuestro ser y su espíritu nos comunica directamente sus propósitos. El discernimiento es el proceso donde escuchamos la voz de Dios desde muy adentro de nuestro ser y vemos cómo podemos hacer su voluntad. El discernimiento funciona solamente en nosotros cuando creemos que Dios nos está hablando, cuando confiamos en lo que Él nos dice y finalmente cuando tenemos el deseo de hacer solamente su voluntad.
R. Hay diferentes métodos de discernimiento, pero todos incluyen los siguientes elementos:
Oración — Dios habla con nosotros por medio del contexto de la oración.
Escuchar — Tenemos que tomar un tiempo en silencio para poder escuchar la voz de Dios. Algunas veces Dios nos puede hablar lentamente por medio de periodos de tiempo, y a otros, decirles todo en un momento. De cualquier manera que Dios nos hable, siempre nos toma tiempo el acostumbrarnos a poder definir estas formas o maneras en la que Él nos habla. Debemos también escuchar a las personas alrededor de nosotros, a veces Dios nos habla por medio de los demás y si otros han notado el llamado del sacerdocio en nosotros debemos prestar atención a esto, ya que también puede ser parte de nuestro discernimiento.
Información — Necesitamos buscar información acerca del sacerdocio diocesano. Podemos obtenerla por medio de nuestro párroco, del director juvenil, padres de familia o del director de vocaciones. También puedes visitar el seminario. La Oficina de Vocaciones diocesana patrocina viajes al seminario cada año.
Tomar Decisiones — ¡La vocación no solamente nos sucede a nosotros! ¡No simplemente nos enamoramos! Tomamos decisiones acerca de lo que queremos hacer con nuestras vidas. Es muy importante tomar una decisión basándonos en lo que nuestro discernimiento nos dice y esto significa ¡tomar un riesgo con nuestro Dios!
Acción — Una vez que hayamos tomado nuestra decisión, debemos tomar la acción apropiada. Esto ocurre cuando iniciamos el proceso de admisión a la diócesis.
Dirección Espiritual — Es muy importante tener un director espiritual que nos ayude en el proceso de discernimiento, quizás a la primera persona que debemos preguntar es a nuestro párroco. Él es el pastor en nuestra parroquia y él puede dirigirnos hacia donde necesitemos ir.
R. Envía un correo electrónico a Padre Jeff Hebert, director de vocaciones diocesano, o puedes llamarle al número de teléfono (501) 664-0340 y preguntar por la Oficina de Vocaciones. Por supuesto que tu párroco es un gran recurso para más información.