28º Domingo del Tiempo Ordinario, Año B

Publicado: October 14, 2018

Obispo Anthony B. Taylor predicó la siguiente homilía durante una Misa para conmemorar el 10º aniversario del Consejo de los Caballeros de Colón Mártires Mexicanos 14609 en la Iglesia de San Vicente de Paúl de Rogers el domingo de 14 de octubre de 2018.

Obispo Taylor

Hoy celebramos el 10º aniversario del concilio de los mártires Mexicanos de los Caballeros de Colón aquí en Rogers. Ya que este concilio es de lengua española, es obvio que la gran mayoría de sus miembros son inmigrantes o al menos hijos de inmigrantes — como la gran mayoría de ustedes en esta Misa.

Y una cosa que todos los inmigrantes tienen en común es que todos vienen aquí en busca de una vida mejor, pero no la logran todos. Algunos logran mejorar sus circunstancias pero otros no — ¡aun cuando trabajan muy duro!

¿Y qué es la diferencia entre estos dos grupos de personas? ¡Sus prioridades! En su relación con Dios, en su vida familiar, en como crían a sus hijos, en como manejan su dinero.

Requiere disciplina vivir conforme a sus prioridades, pero es preciso si quieres éxito en este país de oportunidades ... y el primero paso es el de determinar tus prioridades. Jesús habla de nuestras prioridades a lo largo del Nuevo Testamento, pero en el Evangelio de hoy se limita a hablar sobre cómo funciona esto en las decisiones que hacemos respecto el uso de nuestro dinero.

1.)  Su primer punto es que hacer la voluntad de Dios debe ser tu más alta prioridad en todas las decisiones que hacemos, incluyendo el uso de nuestro dinero. En el Evangelio de hoy, Jesús le dice al joven rico: “Ve y vende lo que tienes, da el dinero a los pobres y así tendrás un tesoro en los cielos. Después, ven y sígueme.”

Pero cuando vio que el joven amaba su dinero más que a su Dios, añadió: “¡Qué difícil les va a ser a los ricos entrar en el Reino de Dios! ... Más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el Reino de Dios!”

Un mensaje muy fuerte para nosotros que tenemos una vida cómoda en el país más rico del mundo — todos vivimos mejor que la mayoría de la gente en los países de origen pobres de la mayoría de nuestros inmigrantes. Y fíjense, Jesús no pide a todos que lo demos todo como pidió al joven rico en nuestro Evangelio, pero en la Biblia Dios insiste en un mínimo de 10%, lo que es el origen de la palabra "diezmo."

Si amas a tu dinero más que a tu Dios, tus prioridades no están en orden, de modo que no le des a Dios el 10% que es justamente suyo, ¡pues no podrás pasar por el ojo de esa aguja tampoco tú! Al dar el diezmo, reconocemos que todo lo que pensamos es nuestro pertenece de hecho a Dios y solo tenemos el uso de esas cosas por un tiempo corto.

2.) Un segundo punto es que cuidar tu familia debe ser tu segunda prioridad en las decisiones que haces con tu dinero: estas son las personas que Dios ha entregado a tu cuidado ... y la Biblia dice que cuentas con 90% de tus ingresos para hacerlo.

Otra vez, es preciso hacer un presupuesto y vivir conforme a él. Ahorrando para comprar una casa, comprando un carro más barato para poder apartar el dinero para la colegiatura de tus hijos en una escuela católica, haciendo sacrificios para mandar remesas a tus padres ancianitos. Tomando en cuenta tus prioridades para usar tu dinero en la manera que Dios quiere, y así la manera más provechosa para la vida de tu familia.

Así que al hacer el presupuesto, algunos de ustedes deben preguntarse, por ejemplo: “¿Cómo puedo comprar esta camioneta de lujo cuando con el mismo dinero pueda darles a mis hijos una excelente educación católica?” — un asunto de mucho más alta prioridad, algo de Dios y familia.

Y podría darles más ejemplos, pero creo que entienden lo que quiere decir Jesús en el Evangelio de hoy. ¿Esperamos pasar por el ojo de esa aguja con las cosas de lujo que compramos con el 10% que le negamos a Dios y malversando el otro 90% para desperdiciarlo en nuestros propios deseos egoístas en lugar de pensar primero en las necesidades de los otros miembros de la familia?

Hoy, en este décimo aniversario del consejo de mártires Mexicanos de los Caballeros de Colón, recordamos de manera especial a seis sacerdotes que eran miembros de los Caballeros de Colón y que tenían sus prioridades en orden. Tenemos sus reliquias con nosotros aquí en esta Misa y un icono con sus imágenes.

Ellos dieron su vida por la fe en un momento de severa persecución en México en los años 20 y 30 del siglo pasado. Es obvio que para ellos hacer la voluntad de Dios era su más alta prioridad. Y al igual que los buenos católicos en cualquier lugar, ellos pusieron a Dios primero y a ellos mismos al último.

El último día tú tendrás que dar cuenta de lo que haces con todo lo que Dios ha entregado a tu cuidado. Si lo que te importa más es hacer la voluntad de Dios y cuidar la familia que él te ha entregado, pues estoy seguro que pasarás con éxito por el ojo de esa aguja.

Vemos en esta Misa que esta es la visión que viven los Caballeros de Colón, y por eso quisiera invitar a ustedes que todavía no lo son, a unirse a los Caballeros de Colón. Y después de esta Misa habrá más información sobre como hacerse caballero.