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Diócesis Católica de Little Rock
Publicado: May 24, 2015
Obispo Anthony B. Taylor predicó la siguiente homilía en la Iglesia de San Juan Bautista de Hot Springs el sábado 23 de mayo de 2015 y en la Iglesia de Catedral de San Andrés de Little Rock y la Iglesia de Santa María de Saint Vincent el domingo 24 de mayo de 2015.
En muchos pueblos el nombre de la compañía eléctrica incluye las palabras poder y luz. En Las Vegas se llama la Compañía de Poder Nevada; en mi pueblo se llamaba el “departamento de agua y luz” ... aunque lo que ellos venden es electricidad, la cual es solamente poder y luz potencial.
Ustedes aún tienen que conectar los electrodomésticos para poder convertir la electricidad en poder y luz, si eso es lo que quieren. Es como llamar a Exxon una compañía de viajes porque ellos venden gasolina. La electricidad contiene un gran potencial, pero tenemos que usar el potencial en realidad para poder obtener el poder y la luz.
Hoy es Pentecostés, cuando el Espíritu Santo llenó a los Apóstoles con la gracia, la electricidad divina — poder y luz potencial. Mi cosa favorita de ser obispo es administrar el sacramento de la confirmación, el Pentecostés personal de aquellos que lo reciben, fortaleciéndolos con el poder y la luz divina.
Mira a tu alrededor y verás a muchas personas infelices, frustradas porque se han agotado a sí mismas tratando de superar los desafíos de la vida sin el poder y la luz de Dios.
Aquí la palabra "confirmar" retiene su significado original en latín: “firmar” significa “fortaleza”, “con” significa lo mismo “con” por ende “confirmar” significa “fortalecidos con” la gracia de Dios. Es verdad que aquellos que van a ser confirmados también “afirman” (lo cual no es lo mismo que confirmar) ellos también afirman sus promesas bautismales.
Pero lo principal es lo que Dios hace, a saber: nos fortalece con su gracia — poder divino — poder y luz potencial, la cual debemos entonces usar al servicio de Dios y de nuestro prójimo. En Pentecostés eso fue lo que hicieron los Apóstoles. Electrizados por el Espíritu Santo, ellos electrizaron a las multitudes y comenzaron a compartir las Buenas Nuevas.
Hay probablemente algunos de ustedes aquí hoy quienes fueron confirmados hace años, pero que — por alguna razón — aún no han respondido a la gracia de Dios en realidad usando su acceso, aún disponible, al poder y la luz de Dios, lo cual es algo así como comprar una casa totalmente eléctrica y luego nunca encender las luces, eligiendo continuar viviendo en la oscuridad.
Pero no es demasiado tarde para cambiar. Tu decisión de usar — o no usar — tu acceso al poder y la luz de Dios determinará si 1.) vives una vida espiritualmente satisfecha, llena de significado, propósito y dirección, energizada por el valor, intuición y virtud, o si 2,) andas penando a través de una vida espiritualmente insatisfecha, con falta de propósito y dirección, debilitada por la cobardía, egoísmo, ceguera e inutilidad.
Mira a tu alrededor y verás a muchas personas infelices, frustradas porque se han agotado a sí mismas tratando de superar los desafíos de la vida sin el poder y la luz de Dios — condenadas al fracaso por su propia debilidad e ignorancia, indefensas ante las tentaciones, engañadas por los esquemas mundanos que prometen felicidad sin lograrlo.
En Pentecostés el Espíritu Santo nos da acceso a un camino mucho mejor, al cual, sin embargo, debemos responder. Acércate a la gracia de Dios y usa su poder y luz para lograr sus propósitos, y esto no sólo te hará vivir una vida grata al Señor, sino que también encontrarás la verdadera plenitud personal que el mundo no puede darte — pero la cual está disponible para todos los que viven vidas plenamente fortalecidas e iluminadas por el mismo Espíritu Santo que recibieron los Apóstoles en Pentecostés y el cual recibimos cada uno de nosotros el día de nuestra confirmación.