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Diócesis Católica de Little Rock
Publicado: January 7, 2024
El Obispo Anthony B. Taylor predicó la siguiente homilía en la Iglesia de San Judas Apóstol en Jacksonville el domingo, 7 de enero de 2024.
La mayoría de nosotros hemos tenido la experiencia de ser excluidos de algún grupo al cual queríamos pertenecer. Yo no era parte del “grupo de moda” en la preparatoria y dolía cuando mis ex-amigos ya no querían que estuviera cerca. Para este tiempo ellos habían progresado en su vida social y ya que yo no estaba interesado en seguir el juego, ya no me incluían.
Un día, me di cuenta de que otros estudiantes resentían ser excluidos al igual que yo, y así que dirigí una rebelión. Conscientemente busqué a otros que también no estaban siguiendo el juego. Creamos un nuevo círculo de amigos y dejamos de preocuparnos sobre lo que el “grupo de moda” pensaba de nosotros.
Éramos un grupo diverso, pero eso es parte del panorama cuando elijes inclusión en vez que exclusión. Eso era también parte de lo que me puso en el camino de discernir una posible vocación al sacerdocio. A propósito, ahora me doy cuenta de que la exclusividad del “grupo de moda” no era una expresión de confianza en sí mismos; más bien, era un reflejo de su propio temor e inseguridad...y yo había empezado a descubrir esa libertad-del-miedo que viene del intento de hacer la voluntad de Dios en lugar de mi voluntad.
La visión de inclusión es el corazón del llamado a seguir a Jesús y nos reta a ser agentes de inclusión — y al hacerlo, descubrir esa libertad del miedo que viene del intento de hacer la voluntad de Dios en lugar la nuestra.
Hoy es la fiesta de la Epifanía del Señor y el centro de esta fiesta es el tema de la inclusión vs. exclusión. Antes de la venida de Jesús, y especialmente en el judaísmo, la religión y etnicidad estaban estrechamente conectadas. Las conversiones eran raras, ocurrían principalmente debido a los matrimonios e involucraba el cambiar tu cultura al igual que tu fe.
Los judíos no enviaban misioneros — ellos son “un pueblo que Dios eligió para que fuera su propio pueblo”. La idea es que, si Dios quería que aquellas otras personas fueran judías, Él los hubiera elegido también — según ellos, no es nuestro trabajo enviar misioneros; Dios es quien elige, no nosotros.
Para el judaísmo del 1er siglo, la santidad requería exclusión: separarse uno mismo de todo lo impuro, incluyendo gente impura: paganos y samaritanos y pecadores. El nombre “fariseos” significa literalmente “los separados”, aquellos que se han separado de la gente pecadora para observar la ley religiosa de manera más perfecta. A su favor, los fariseos hicieron grandes sacrificios como precio de la fidelidad a Dios quien los eligió y los apartó. Pero su santidad estaba basada en la separación en vez que la inclusión.
La fiesta de la epifanía de hoy contiene el corazón de la enseñanza de Jesús respecto a la santidad, un entendimiento basado en la inclusión en vez que la separación, y vemos esto proclamado por el ministerio y enseñanza del Papa Francisco. Lejos de separarse Él mismo de la gente impura, Jesús se acercó a propósito a aquellos que habían sido excluidos y los hizo suyos.
Él habló sobre la teología con una samaritana divorciada quien ahora vivía con otro hombre y comió en las casas de los indeseables. En cuanto a la Iglesia primitiva, los seguidores judío-cristianos de Jesús buscaban a los samaritanos y paganos, y los invitaban a convertirse en cristianos sin tener que sacrificar de ninguna manera su cultura o cambiar su identidad étnica.
Esta apertura a todas las naciones es prefigurada en la visita de los reyes magos hoy desde el oriente. Ellos eran paganos y uno de los tres, Gaspar, es representado como un hombre negro. Los regalos de oro, incienso y mirra proclaman lo que ellos creen que Jesús es: oro porque Él es Rey, incienso porque Él es Dios, y mirra para ungir su cuerpo después de su muerte. La salvación que Jesús brinda será universal, su Iglesia será católica en el sentido pleno de la palabra, inclusivo.
La visión de inclusión es el corazón del llamado a seguir a Jesús y nos reta a ser agentes de inclusión — y al hacerlo, descubrir esa libertad del miedo que viene del intento de hacer la voluntad de Dios en lugar la nuestra.
¿Son sus palabras sobre los musulmanes palabras de inclusión o exclusión? Ellos son samaritanos de nuestro día. ¿Qué me dices sobre las personas que sienten atracción del mismo sexo? La Iglesia es — y debería ser — un grupo diverso, porque eso es parte del panorama cuando eliges la inclusión en vez que la exclusión ¡y Jesús nos ama por ello!