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Diócesis Católica de Little Rock
Publicado: February 4, 2024
El Obispo Anthony B. Taylor grabó la siguiente homilía sobre la Campaña Católica de Arkansas a Compartir, la cual se escuchó en todas las Misas en Arkansas, el 3 y 4 de febrero, 2024.
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Mis hermanos y hermanas en Cristo, a lo largo de mis 15 años como su obispo, me ha inspirado la vitalidad de la Iglesia aquí en Arkansas. Somos una diócesis misionera y somos una diócesis con una misión, de dos maneras similares pero distintas:
1.) Los católicos generosos de fuera de Arkansas que nos ayudan con las necesidades que no podemos satisfacer por nuestra cuenta; y 2.) los católicos generosos de dentro de Arkansas que se extienden para ayudar a otros a través de la campaña anual CASA, a través de la campaña Una Iglesia y de otras maneras.
Es fácil olvidar que todavía somos una Iglesia misionera. Aunque tenemos 130 iglesias repartidas por todo el estado, todavía hay ocho condados sin iglesia católica y 36 condados sin sacerdote residente — casi la mitad del estado.
Ustedes también son misioneros y estoy muy agradecido por todos sus sacrificios y trabajo dedicado a difundir la buena nueva de Jesucristo en sus parroquias y comunidades locales.
Pero en muchos lugares seguimos creciendo, especialmente en el noroeste del estado. De hecho, ¡nuestra población católica se ha triplicado en los últimos 50 años, de 55,000 a 166,000, y ahora formamos casi 6 por ciento de la población general.
Este crecimiento se debe en parte a los sacrificios de muchos católicos fuera de Arkansas. Históricamente, primero vinieron sacerdotes misioneros provenientes de Alemania e Italia, y luego de Filadelfia, en una época en la que era difícil ser católico en Arkansas.
Hoy seguimos siendo bendecidos con 22 sacerdotes misioneros que ahora provienen principalmente de África, América Latina y Asia. Sin la ayuda de estos generosos sacerdotes misioneros, muchas de nuestras iglesias no podrían tener Misa todos los fines de semana. Gracias a ellos no hemos tenido que cerrar ninguna Iglesia por falta de personal durante mi etapa como obispo suyo.
Otra ayuda externa nos ha llegado a través de la Sociedad de Extensión Católica, que durante los últimos 25 años nos ha dado $4.6 millones en subvenciones para la construcción de iglesias y ayuda con los salarios de muchas de nuestras hermanas que ejercen ministerio hispano. Espero que se tomen un momento para agradecer a nuestros sacerdotes misioneros y a los sacerdotes y hermanas de órdenes religiosas. ¡Les debemos mucho!
Pero eso es sólo la mitad de la historia. La otra mitad son los sacrificios de muchos católicos de Arkansas. ¡Ese eres tú! Por eso quiero aprovechar esta oportunidad para agradecer a los 97 sacerdotes de la diócesis: los 82 sacerdotes de la Diócesis de Little Rock en ministerio activo y los 15 sacerdotes jubilados.
Y por supuesto, los sacerdotes benedictinos y de otras órdenes religiosas. También quiero agradecer a nuestros 25 seminaristas que nos dan tanta esperanza para el futuro, a los 107 diáconos permanentes en ministerio activo, a los 60 hombres en formación para el diaconado y a nuestros casi 150 religiosos y religiosas, muchos de ellos ancianos.
Pero ya saben, la misión de la Iglesia es para todos, no sólo para el clero y los religiosos. Por eso, agradezco a nuestros Caballeros de Colón que hacen mucho para apoyar el trabajo de la Iglesia en toda nuestra diócesis, y al Club Serra, los Caballeros y Damas del Santo Sepulcro, los Caballeros y Damas de Pedro Claver y, por supuesto, nuestros catequistas y coordinadores de RICA, etc.
Ustedes también son misioneros y estoy muy agradecido por todos sus sacrificios y trabajo dedicado a difundir la buena nueva de Jesucristo en sus parroquias y comunidades locales.
Y, por supuesto, cuesta mucho dinero financiar las actividades de la Iglesia, que van mucho más allá de las oficinas diocesanas; de ahí nuestra Campaña Católica para Compartir en Arkansas (CASA por sus siglas en inglés). Hacemos mucho a nivel diocesano, sobre lo cual pueden leer en el último número del Arkansas Catholic.
La Biblia nos llama a devolver el 10 por ciento de nuestros ingresos al Señor, la mayor parte de los cuales deben donar a su parroquia local y otras organizaciones benéficas, pero les pido que den el 1 por ciento de sus ingresos a CASA.
Con su donación, ustedes participan en el alcance misionero de la Iglesia más allá de su parroquia local. Les agradezco sinceramente su respuesta generosa a CASA el año pasado: ¡cumplimos la meta de $2,000,000! ¡Somos una Iglesia misionera y somos una Iglesia con una misión! ¡A través de CASA ustedes participan en el alcance misionero de la Iglesia de Jesús aquí en Arkansas!