Campaña Católica de Arkansas a Compartir 2025

Viviendo la Fe, Cambiando Vidas

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Campaña Católica de Arkansas a Compartir de 2025

Publicado: February 2, 2025

El Obispo Anthony B. Taylor grabó la siguiente homilía sobre la Campaña Católica de Arkansas a Compartir, la cual se escuchó en todas las Misas en Arkansas, el 1 y 2 de febrero, 2025.

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Obispo Taylor

Durante más de 40 años, cada uno de nuestros últimos tres papas ha hecho un llamado a una nueva evangelización. Un aspecto de esta nueva evangelización es la necesidad de inspirar a todos los que se llaman cristianos a vivir realmente su fe y vivirla de una manera que tenga un efecto en cada parte de su vida.

La nueva evangelización nos llama a ver la conexión entre asistir a Misa y hacer una diferencia en el mundo real, al vivir verdaderamente nuestra fe.

El Papa Juan Pablo II y Benedicto XVI nos dieron la base teológica para esta nueva evangelización en términos brillantes, y de cierta manera académicos, estableciéndola en la dignidad de la persona humana.

Si no hacemos sacrificios para hacer del mundo un lugar mejor ahora, ¿de quién es el reino que estamos construyendo con nuestros esfuerzos? ¿Es nuestro propio reino o el reino del Señor?

Y ahora por los últimos 12 años, el Papa Francisco basa su ministerio en su propia experiencia pastoral en las trincheras de la vida cotidiana para mostrarnos cómo recurrir a nuestra fe para hacer del mundo un lugar mejor, ¡lo cual por supuesto es muy inspirador!

El Papa Francisco nos exhorta a permitir que nuestra fe viaje las 18” más largas desde nuestra cabeza hasta el corazón, donde de hecho conocemos a Jesús personalmente (y no sólo sabemos de él) y nos capacita para vivir nuestra fe con todo nuestro corazón — 24 horas al día, siete días a la semana — haciendo nuestra parte ¡para construir el Reino de Dios aquí y ahora, en Arkansas!

Si no cumplimos con el Reino de Dios en la manera en que vivimos nuestra vida ahora, ¿cómo esperamos compartir en la vida del Reino de Dios en el mundo futuro? Si no hacemos sacrificios para hacer del mundo un lugar mejor ahora, ¿de quién es el reino que estamos construyendo con nuestros esfuerzos? ¿Es nuestro propio reino o el reino del Señor?

Hay, por supuesto, muchas maneras de edificar el Reino de Dios y se necesitan muchas cosas para que la nueva evangelización siga adelante. Un modo de hacerlo es por apoyar nuestros esfuerzos a nivel diocesano que son financiados mediante nuestra campaña anual de Campaña Católica de Arkansas a Compartir (CASA ), por eso comparto este mensaje grabado.

Pueden encontrar una lista de todos los departamentos y actividades financiadas mediante sus donaciones a CASA en la edición de esta semana de Arkansas Catholic, nuestro periódico diocesano y mi medio para comunicarme con ustedes cada semana acerca de todo lo maravilloso que el Señor hace entre nosotros.

Si saben inglés y aún no están suscritos, por favor háganlo — la versión electrónica es gratis, y se les proporcionarán hoy sobres de subscripción para la versión imprimida junto con su tarjeta de promesa de CASA, para que puedan completarlos durante esta Misa, después de este mensaje.

La mayor parte del dinero que donan a CASA ayuda a financiar nuestras oficinas diocesanas y en parte ayuda a financiar, entre otras cosas, la educación de nuestros 22 seminaristas y los esfuerzos de Caridades Católicas.

Nuestro lineamiento diocesano para su diezmo de 10 por ciento de sus ingresos al Señor antes de impuestos es el siguiente: 5 por ciento a su parroquia, 4 por ciento a obras caritativas o más para su parroquia, y el 1 por ciento a esta campaña de CASA.

Hoy celebramos la Presentación del Señor. En nuestro Evangelio la Sagrada Familia va a Jerusalén a presentar a Dios la ofrenda de acuerdo a lo escrito en la Ley con respecto a cualquier hijo primogénito. Era llamada la “redención del primogénito” — ya que Dios había redimido a los hijos primogénitos de Israel cuando mató a los hijos mayores de Egipto en la décima plaga, todos los hijos primogénitos judíos pertenecían especialmente a Dios.

Pero noten, que cuando María y José hicieron esto, un hombre piadoso llamado Simeón declaró que, a través de este bebé, Dios nos redimiría a todos nosotros, no solo los primer-nacidos.

Ahora el Señor quiere usarnos para ayudar a redimir a otros en la nueva evangelización, en la cual damos testimonio al Señor en cada faceta de nuestras vidas, 24 horas al día, siete días a la semana — y también por medio de todas las iniciativas que ustedes ayudan a financiar mediante su donación a CASA.

¡Gracias por su generosidad a CASA en años anteriores y gracias de antemano por una respuesta generosa aún mayor este año!