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Diócesis Católica de Little Rock
Publicado: February 12, 2021
Directorio de Parroquias en Arkansas
Oprima el botón de arriba para encontrar información de contacto de una parroquia cerca de usted para saber el horario de las Misas de Miércoles de Ceniza. Confirme el horario llamando a la oficina parroquial antes de asistir. Los requisitos, tal como usar cubrebocas y mantener distanciamiento físico, siguen vigentes para proteger contra COVID-19. Además, se tomará una Colecta especial el Miércoles de Ceniza durante todas las Misas en la Diócesis de Little Rock.
El Miércoles de Ceniza marca el inicio de nuestro camino Cuaresmal hacia la celebración de la Pascua. Aunque no es un día de precepto, es un día de ayuno y abstinencia. Normalmente, somos marcados con cenizas, en la forma de una cruz, sobre nuestra frente. Sin embargo, este año, debido a la pandemia COVID-19, el Vaticano ha pedido que las cenizas se impongan sobre nuestras cabezas mejor.
En su "Rito del Miércoles de Ceniza en Tiempos de Pandemia", la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos del Vaticano describió cómo deben los sacerdotes bendecir las cenizas con agua bendita en silencio en el altar y luego dirigirse "a los presentes, diciendo una sola vez y para todos los fieles, la fórmula del Misal Romano: 'conviértanse y crean en el Evangelio', o bien: 'Acuérdate que eres polvo y en polvo te convertirás'".
Después de limpiarse la manos y colocarse el cubrebocas, el sacerdote impondrá la "ceniza a cuantos se acercan a él o, si es oportuno, se acercará a los fieles que estén de pie, permaneciendo en su lugar. Asimismo, el sacerdote tomará la ceniza y la dejará caer sobre la cabeza de cada uno, sin decir nada".
Aunque imponer las cenizas sobre la cabeza de las personas es inusual en los Estados Unidos, el Obispo Anthony B. Taylor mencionó "que esta manera alternativa ya ha sido la práctica común en algunas partes del mundo" en su carta a los sacerdotes, diáconos y seminaristas de la Diócesis de Little Rock sobre el cambio el 13 de enero. El Padre Jason Tyler, STL, párroco de la Iglesia de San José en Fayetteville, explica este método de recibir las cenizas en el video a continuación. Él también demuestra el método para ayudar a las personas a ver cómo se llevará a cabo.
Normalmente, las Misas de Miércoles de Ceniza están entre las que cuentan con mayor asistencia durante el año. Pero debido a los requisitos de distanciamiento físico, hay un límite de cuántas personas pueden estar en la iglesia al mismo tiempo. Abordando esta preocupación, el Obispo Taylor solicitó y se le otorgó permiso de parte del Vaticano para que los sacerdotes que sirven en la Diócesis de Little Rock celebren más Misas temporalmente.
El decreto del Vaticano les permite a los sacerdotes celebrar hasta cuatro Misas los domingos y días de precepto y tres Misas durante la semana “en casos de verdadera necesidad durante este tiempo de la pandemia COVID-19”, explicó el obispo en su carta del 29 de enero a los sacerdotes, diáconos y seminaristas otorgando la facultad a todos los sacerdotes que sirven en Arkansas.
El decreto sólo aplica a nuestra diócesis y cesará “cuando las circunstancias relacionadas a la pandemia COVID-19 hayan cesado”. Arkansas Catholic explicó que a los sacerdotes normalmente se les permite celebrar un “máximo de tres Misas los domingos y dos durante la semana. En parroquias donde hay sólo un sacerdote, ha sido necesario que el sacerdote celebre más Misas el domingo para permitir el distanciamiento adecuado adentro de la iglesia”.
Así que habrá más oportunidades para asistir a la Misa el Miércoles de Ceniza este año. Comuníquese a su parroquia directamente para obtener el horario de las Misas. No deje que la preocupación sobre el límite de cupo o los cambios en la distribución le impidan recibir sus cenizas, porque las cenizas, así como todo el tiempo de Cuaresma son un tiempo para reenfocarnos en nuestra relación con Dios, dijo el Padre Erik Pohlmeier, director diocesano de formación en la fe.
“Recordar que solamente con el aliento de Dios podemos tener vida es motivación para poner en orden cualquier parte de nuestra vida que lo necesite. Así como Dios sopló el aliento de vida en el polvo al principio, él puede soplar el aliento de vida nueva en aquellos que han caído en el pecado. Las cenizas son una señal de mortalidad y una señal de renovación en Cristo”. Aprenda más en Respuestas a Sus Preguntas sobre la Cuaresma.
El Antiguo Testamento ofrece varios ejemplos de una larga tradición del uso de las cenizas como “un sentido simbólico de muerte, caducidad, pero también de humildad y penitencia”, según ACI Prensa. (Vea Job 42,6; Daniel 9,3; Jonás 3,6 y 1ª Macabeos 3,47.)
“Las cenizas se imponían sobre los primeros catecúmenos cuando iniciaban su preparación para el bautismo. Pecadores confesos de aquel tiempo también eran marcados con cenizas como parte del proceso penitencial público. Otros cristianos bautizados comenzaron a pedir y recibir las cenizas en una manera similar a los catecúmenos y penitentes”, según Our Sunday Visitor (en inglés). “Se imponían cenizas sobre las cabezas de los hombres cristianos mientras que se trazaba una cruz con las cenizas sobre la frente de las mujeres …”
“Durante el papado de San Gregorio Magno, la práctica se extendió más y se menciona en el Sacramental Gregoriano del siglo VI. Alrededor del año 1000, el Abad Aélfrico del monasterio de Eynsham, Inglaterra, escribió: ‘Leemos en los libros tanto en la Antigua Ley y en la nueva que los hombres que se arrepentían de sus pecados recibían cenizas y vestían sus cuerpos con una túnica de arrepentimiento. Ahora hagamos esto poco al principio de nuestra Cuaresma, impongamos cenizas sobre nuestras cabezas, como significado de que debemos arrepentirnos de nuestros pecados durante la fiesta Cuaresmal’ (“Santoral de Aélfrico”, 1881, p. 263). Este mismo rito de la distribución de las cenizas el miércoles que da inicio la Cuaresma fue recomendado para su uso universal por el Papa Urbano II y el Sínodo en Benevento en 1091”. Aprenda más (en inglés).
El tiempo de Cuaresma nos ofrece la ayuda que necesitamos para recordar a quién pertenecemos. Nos ofrece la oportunidad para comenzar de nuevo. Que no importa cuánto tiempo ha transcurrido o qué hemos hecho, el Señor nos llama para acercarnos a Él. “Pero aún ahora, oráculo del Señor, vuelvan a mí de todo corazón” (Joel 2,12). Aunque la Cuaresma es sombría, no debemos tener miedo de arrepentirnos porque es el primer paso hacia la alegría y la nueva vida que ofrece el Domingo de Pascua.
El Padre Steve Grunow de Word on Fire explica (en inglés) que se necesita humildad para recibir las cenizas porque esto nos marca públicamente como pecadores. “Lo que sabemos en privado sobre nosotros mismos lo mostramos al mundo. Pero el ser pecadores no es la única verdad que revelamos. La marca de las cenizas es una señal para el mundo de que hemos recibido algo extraordinario e inmerecido del Señor Jesús. ¿Qué hemos recibido? Una palabra de perdón creativa, viva y eficaz, que, si la aceptamos, nos dará a nosotros y al mundo lo que necesitamos — el don de un nuevo comienzo y la gracia inesperada de otra oportunidad”.